ODONTÓLOGOS SIN SONRISA

Los comentarios de la ministra de Salud, ha dejado a los dentistas “helados”, sin sonrisa y sin palabras,  según palabras del doctor Héctor Velázquez, presidente de la Asociación de Odontólogos de la Salud Pública.

La ministra de Salud, Carla Paredes, ha dejado al gremio odontológico con la boca abierta, literalmente. Según la alta funcionaria, los odontólogos de la salud pública, esos héroes anónimos que luchan contra caries y abscesos, no tienen un impacto real en la salud del país.

“Nosotros, los que supuestamente no tenemos impacto, somos los que atendemos a la mayoría de los hondureños que no pueden pagar un tratamiento privado,” ironizó Velázquez. Si no tenemos impacto, tal vez sea porque nuestras clínicas no hacen tanto ruido como las de las grandes constructoras que reciben millones del Estado.

Velázquez, claramente afectado por las iluminadoras declaraciones de la ministra, comentó que él y sus colegas estaban buscando una nueva carrera, quizás en algo con más impacto como el cine de acción o la política. “Parece que salvar vidas al prevenir infecciones bucales mortales no es suficiente. Tal vez deberíamos empezar a repartir pancartas en lugar de empastes”

En cuanto a las finanzas, Velázquez bromeó diciendo que, a este ritmo, los odontólogos pronto se convertirán en una atracción turística, por salarios estancados desde hace siete años.

Sin embargo, la situación no es del todo desesperante. “Tenemos una reunión con la ministra el 30 de agosto, donde esperamos que, por favor, nos explique cómo podemos impactar más… Tal vez debamos empezar a cobrar tarifas hollywoodenses,” señaló Velázquez con un toque de sarcasmo. Pero caso contrario vienen movilizaciones y quizá se agudicen las medidas, confiando que a nadie se le agudice un dolor de muelas.

Hasta entonces, los odontólogos seguirán atendiendo emergencias, salvando vidas una muela a la vez, mientras esperan que alguien en el alto mando de la salud pública se dé cuenta de que una buena sonrisa no solo mejora la salud, sino también la economía. “Después de todo, ¿quién querría un país sin dientes?” concluyó Velázquez.

Share via
Copy link