NUEVAMENTE NASRALLA AL ATAQUE

Tras medio centenar de amagos y media docena de coqueteos con el BOC, Nasralla por fin cumplió su promesa de renunciar a su cargo como designado de la patria, desde el que sirvió más como un incordio que como funcionario al servicio de la refundación a la que catapultó con su alianza.

Pero no es una renuncia así por así, sino una que llegó motivada por sus aspiraciones políticas, que milagrosamente siguen intactas, pues hará el señor de la tele su enésima intentona de agarrar la guayaba presidencial, por segunda vez con el PSH.

Una renuncia, además, que atiende al llamado de la que hasta ahora siguió siendo su jefa, quien un par de veces pidió a sus súbditos despojarse de sus cargos si van a echar el resto a sus deseos politiqueros.

En principio, el hombre dice que dará pelea solito, pero dados sus antecedentes no se descarta que anuncie otra de sus alianzas, aunque sabrá Dios con quiénes, porque en política le quedan menos amigos que diputados.