¡NO PUEDE NI CON UNO Y AGARRA OTRO!
No puede Redondo ni con el Congreso catracho y aún así se echó al lomo la vicepresidencia pro témpore de una cosa a la que llaman Foprel, que es algo así como el resumidero donde los legisladores de países vecinos van a poner sus quejas y exhibir sus logros.
Logros que el presidente del Legislativo se ahorrará de presentar, pues mantiene intacto su casillero. En su discurso de asunción, celebrado en Costa Rica, habló el hombre con total caradurismo de sus intenciones de tender puentes de diálogo, sabedor de que no había nadie en la sala que le conociese sus movidas para bajarlo de la nube.
Que bueno hubiera sido que rindiese cuentas desde ese mismo estrado sobre sus cuentas pendientes laboral y personalmente hablando, para ver si por ahí se le salía algún sonrojo que lo delatase como el buen mandraquero que en realidad es.
Pero bien, el nuevo encarguito le durará un año, y desde su vitrina aprovechó para sacar el dedo para dar atol a los presentes, llamándolos a la unidad, absorto en un estado de éxtasis, como intentando autoconvencerse de que desde su nuevo puesto va a lograr lo que no ha sido capaz en el Congreso catracho, al que ha convertido casi en un circo animado con el sonido de su bombo