NO ES PROSELITISMO ES AMOR AL PUEBLO
Dijo Roosevelt Hernández que quienes lo acusan de andar haciendo proselitismo político lo hacen solo porque le tienen tirria, aunque esa loquera que le ha agarrado últimamente de andar visitando pulperías y asistiendo a todo tipo de eventos sociales indique lo contrario, sobre todo cuando cada vez que puede sale él en defensa de las políticas del gobierno refundidor.
Aunque ciertamente, si tanto respinga es porque chimadura tiene, aunque tampoco pone mucho de su parte para desvirtuar los rumores que lo pintan no como jefe del Ejército sino como activista de Libre, pues cuando se le cuestiona al respecto solo sabe decir que su labor es proteger a sus comandantes del Ejecutivo, puestos ahí por “la voluntad de la mayoría” en las urnas.
De hecho, hasta parece sentirse bastante cómodo desempeñando su criticable papel, porque incluso se jacta de tener la moral intacta y más limpia que el culo de Aquamán cuando se le menciona la posibilidad de que en el Congreso le puedan abrir un juicio político por su descarado y vergonzante proselitismo.
Y es que el hombre niega, por activa y por pasiva, que sus cada vez más recurrentes actividades sociales tengan algo que ver con la campaña política que ejecutan paralelamente sus patrones de Libertad y Refundición, tildando de meros “ataques mediáticos” el hecho de que se haga tanta bulla por su accionar.
Tanto así que hasta se atrevió a garantizar que las votaciones de marzo y noviembre del otro año serán “transparentes y democráticas”, insistiendo a su vez en “proteger al gobierno, porque el gobierno es democracia”, aún y cuando en una democracia verdadera su jefa Rixi no debería ser precandidata de una de las partes.