NAVIDAD EN HONDURAS, LA ESPERANZA PESE A TODO
Los hondureños se apresta, con los estrenes puestos, a celebrar una Navidad que, por extraño que parezca, no deja de generar esperanza en un país forzado a vivir de rodillas por quienes ven en ese sometimiento la oportunidad de seguir viviendo cobardemente de pie.
Una esperanza, eso sí, que dependerá en buena medida de la prevención que cada uno adopte en su trinchera, pues son tiempos estos para regocijarse, aunque no a lo bruto, sino más bien con prudencia y responsabilidad.
Conviene recordarlo porque son tiempos, además, en los que la pólvora se adueña de las calles y de los impulsos, que encuentran cálido refugio en el alcohol, complaciente sustancia que por sí sola es capaz de hacer erupcionar con facilidad a las cabezas menos amuebladas.
Cabezas que en extremos casos y con las circunstancias dadas, encuentran arriesgado placer también en las armas, con las que, haciendo alarde de un extraño ritual de comportamiento, cuasi primitivo, disparan al aire con las sabidas y temidas consecuencias en el entorno.
Es Honduras un país peculiar, que cuenta sus tradiciones y defectos por montones, pero con una cualidad que lo dota de un misticismo casi único, que lo empuja misteriosamente a seguir avanzando pese a todo y pese a todos.
Es Honduras un país que sueña, que no desiste y que encuentra en la Navidad un pilar de esperanza del cual asirse, pues, aunque el panorama esté pintado de grises, muchas son también sus razones para elegir creer. ¡Feliz Navidad!
El equipo de Al Filo les desea una bendecida Navidad, que Dios bendiga cada hogar en cada rincón de nuestra patria