MARLON VUELVE A LAS ANDADAS
Vuelve a las andadas Marlon Ochoa, anunciando un nuevo show mediático, quizás para medio disimular la arrastrada que le dio el otro día Jorge Cálix, que le peló la cara tras haberlo acusado de “huevearse” un billetón del IP para pavimentar la calle de acceso a su casa. En una especie de ‘déja vu’, salió ahora diciendo que se plantará ante el Ministerio Público para presentar pruebas sobre 95 mil millones de pesos que, según sus cálculos, se habrían embolsado por medio de cuatro fideicomisos.
Ya en septiembre del año pasado montó un numerito similar, cuando llegó a la Fiscalía a bordo de un camión con una trinchera de cajas conteniendo lo que, según dijo, eran pruebas que desenmascararían el turbio accionar de “diez familias” que a lo largo del tiempo se han beneficiado haciéndose los papos para no tributar. Pero tras casi un año desde entonces, aquello acabó en nada.
Falta entonces por verse si esta vez le hará falta otro camión, o si cambiará de táctica en vista del fracaso anterior. “Me presentaré al Ministerio Público a presentar las pruebas del manejo corrupto de más de L95,000,000,000 (noventa y cinco mil millones de lempiras) en 4 fideicomisos que dilapidaron el erario público”, anunció en X.
No mencionó nombres ni dio ningún otro detalle, al igual que la vez pasada, por lo que las expectativas generadas han pasado casi desapercibidas, de puntillas ante una opinión pública que ya no se traga sus casacas a las primeras de cambio. Y es que se ha ganado a pulso el ministro de Finanzas el resquemor que ahora le tiene la catrachada, que lo identifica más como el activista que siempre fue, que como el ministro que se supone debería ser.
Dijo que a la Fiscalía llegaría al mediodía en punto, y a partir de ahí ya solo quedará la duda de qué giro de tuerca pensará darle al asunto. Y ojalá sea puntual y vaya al grano, porque a lo mejor así será la única manera de hacer olvidar a los medios que cubrirán su parafernalia lo de la mansión de 14 millones que de repente se acaparó en Santa Lucía cuando ni siquiera ha cumplido tres años mamando la teta del Estado. Atentos.