MARIBEL: A LA PRESI NO LE PARAN BOLA
Cierto es que a la comandanta Xiomara Castro no le paran bola ni sus propios ministros, y eso la hace parecer una mandataria debilucha, según analizó Maribel Espinoza, la precandidata colorada que criticó con dureza el caradurismo de algunos altos funcionarios, que pese a que andan inmersos ya en plena campaña política, no han sido dignos de renunciar a sus chambitas en el gobierno.
Y razón no le falta porque los ejemplos son muchos y bastante claros, comenzando por la mismísima Rixi Ramona Moncada, que en principio solo hizo el parapeto de renunciar a la Secretaría de Finanzas para dizque centrarse en su campaña, pero que al primer chance que tuvo recaló en Defensa, lo que le abre una brecha para ser jueza y parte en las votaciones, pues ya se sabe que son los chepos los que transportan y cuidan las urnas.
Pero no es la única, porque en su misma fórmula anda Enrique Reina, el canciller, quien a estas alturas parece haberse desentendido por completo de sus quehaceres en Cancillería para dedicarse a tiempo completo a su activismo político con la refundación, que es lo que siempre le ha jalado más. Caso parecido al de Lucky Medina, el de la Secretaría de Ambiente que sigue cobrando su sueldito cada fin de mes, pese a que ahora le encomendaron la dirección nacional de la campaña de la Rixineta.
Tres desplantes que, según Maribel, hacen ver a Xiomi como una mandataria “bien intencionada, pero muy débil”, pues son claros ejemplos de que, más allá de lo que digan todos ellos en público, ninguno le para bola a la hora del teje y maneje, pues en principio ella fue bien clara cuando les pidió renunciar a sus cargos, si es que tenían intención de aspirar a alguna chambita política.
“La presidenta Xiomara Castro fue clara al dar esa orden, pero estos funcionarios están desobedeciendo sus instrucciones y ellos mismos la hacen quedar mal. Con su comportamiento, no solo muestran una falta de respeto hacia la mandataria, sino que también hacen quedar mal su palabra y su liderazgo qué no tiene”, dijo, teniendo más razón que un santo.