MANDAN A ROOSEVELT A LA ESCUELITA

Al activista de Libre y jefe del ejército catracho, Roosevelt Hernández, le sigue lloviendo sobre mojado por su descarado posicionamiento a favor de sus jefes en el Poder Ejecutivo pese al rol neutral que por ley le corresponde. Los últimos que le tiraron duro fueron dos excolegas suyos, que lo mandaron directo a la escuelita.

Se trata de los exjefes castrenses Isaías Barahona y Luis Alonso Maldonado Galeas, que cada uno por su cuenta dio una lección que a buen seguro el activista Roosevelt jamás olvidará. El primero fue Isaías, para quien lo dicho por el actual jerarca “desnaturaliza el discurso de un militar”, ya que eso, se vea como se vea, es un planchón en toda regla.

Un poco más allá fue Luis Alonso, quien consideró que su colega Roosevelt “está siendo sujeto a una presión política y probablemente no ha sabido absorber el contexto”, de tal modo que al hombre no le ha quedado más remedio que dejarse llevar por la corriente, pues tal parece ser que carece también de carácter.

“Si bien es cierto la Presidente de la República puede nombrar libremente al jefe del Estado Mayor y sustituirlo, eso no debe influir para que el general se sujete a disposiciones políticas que van en contra de la Constitución. A eso se le llama desobediencia debida” le mandó decir, en una crítica que Roosevelt debió sentir como cuando se aprendió las vocales en el kínder.

Las críticas a Roosevelt Hernández se han vuelto cada vez más insistentes a razón de su peligrosa y sospechosa cercanía con la ideología refundacional, que cada vez se va pareciendo más a la implementada en la bolivariana Venezuela, donde ya sabemos todos cómo se cuece el arroz con los uniformados de verde y olivo. Ojalá escarmiente.

Share via
Copy link