LUIS ZELAYA SALIÓ MANSITO

Bien mansito llegó Luis Zelaya a la sede del CNE en la capirucha, donde los colorados se apersonaron para entregar sus planillas y, ahora sí, desbocarse en busca de simpatías entre el electorado de los cheles. Pero más allá del trámite, lo que acaparó las miradas de propios y extraños fue la actitud llamativamente sumisa del precandidato.

Y es que cuando se encontró ahí con su odiado Yani Benjamín, no le quedó más remedio al precandidato que agachar la cabezota y apretar la mano de quien, le guste o no, sigue siendo su líder, en una puesta en escena muy diferente de la que muestra en sus redes, donde parece todo un tigre a la hora de despotricar contra sus precandidatos.

Y solo contra estos, porque de la refundición nunca ha dicho ni pío, siendo ese, en teoría, su principal tarea como líder opositor. Y luego solo es quejas cuando le dicen que es el caballo de Troya del oficialismo, pero es que a las muestras hay que remitirse.

Con pasitos perezosos se hizo él presente, saludando uno a uno a sus autoridades de partido que le dieron trámite a su trámite, pues tiene Luis las mismas posibilidades de ganar las internas coloradas que Yani Benjamín de volver a poner un pie en la USA.

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