LOS DATOS BAILAN, PERO EL EMPLEO NO ENCUENTRA PAREJA
La expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Amparo Canales, volvió a dar en el clavo con sus análisis económicos, pero esta vez lo hizo con una dosis de realidad que ni el optimismo del Instituto Nacional de Estadísticas logra maquillar.
En declaraciones recientes, Canales aseguró que el mercado laboral hondureño tiene la misma capacidad de absorción que una esponja vieja: “Sigue siendo un problema que el mercado de trabajo no tiene la capacidad de absorber la oferta de empleo en la que varios hondureños se incorporan cada año” , afirmó
Mientras tanto, el INE lanzó su propio “baile de cifras”, anunciando con bombos y platillos que la pobreza en el país bajó un 1,2 % y la pobreza extrema un 1,4 %. ¡Una maravilla! Claro, siempre y cuando ignora que estos números mágicos no incluyen a los 2 millones de hondureños con problemas de empleo ni a los 1,2 millones que no ganan ni el salario mínimo.
La economista, con su realismo característico, señaló que esos datos son tan talentosos como un atardecer en pleno apagón: “Esto demuestra que Honduras no ha recuperado los niveles de empleo que tenía antes de la pandemia del COVID-19” , lamentó.
Por ahora, el mercado laboral sigue siendo una especie de limbo, donde los trabajadores buscan empleos dignos mientras las cifras oficiales pintan un país en el que, al parecer, la pobreza se reduce sola. Y como bien lo resume Canales, en Honduras, el problema no es que falten ofertas de empleo, sino que el mercado no tiene dónde ponerlas, salvo en la sección de “pendientes” de un país que parece caminar con prisa… pero sin rumbo.