LIBRE SE MOFA DE LOS JUBILADOS

En un despliegue de valentía y bastones, los jubilados de Honduras se han plantado frente al Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (INJUPEMP) en Tegucigalpa. Su misión: luchar contra la nueva revalorización de pensiones, que parece haber sido calculada con la precisión de un chiste de mal gusto.

Encabezando la protesta, la indomable Luisa Castillo, portadora oficial de pancartas y sarcasmo, hizo un llamamiento a nivel nacional. “No es solo para mí ni para los compañeros que estamos aquí, es para todos los jubilados del país”, proclamó Castillo.

Con la voz temblando, pero no de miedo sino de risa contenida, Castillo denunció el “generoso” aumento de 100 a 200 lempiras. “¿Cómo es posible que recibamos 200 lempiras cuando el año pasado nos dieron 500?

La ley dice que no se puede recibir un aumento menor al anterior. Me río de la impotencia y de la decepción”, declaró, mientras los jubilados a su alrededor sacaban calculadoras de bolsillo para confirmar la farsa.

En un intento desesperado por recuperar la dignidad perdida entre números ridículos, Castillo hizo un llamado a la nación: “Si hoy nos pisotean nuestros derechos, mañana no habrá derechos para nadie. Mientras los funcionarios y los diputados reciben bonos de 100,000 lempiras, a nosotros nos lanzan migajas. Es una burla descarada”, afirmó.

Los jubilados han advertido que, si la dirección del INJUPEMP no responde positivamente, tomarán nuevas medidas. Tal vez esta vez armen un club de la comedia para seguir riéndose de las “revalorizaciones”, para no sentarse a llorar con las pírricas pensiones.

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