LIBRE DERROCHE DE PISTILLO

Bien calladito se tenían los diputados de la refundación los 6 millones y pico que bajo bajo les aflojó Luis Redondo para que salieran a pregonar su altruismo con los pobres del país, a los que se ufanan de representar.

El que los quemó fue Manuel Rodríguez, de la mismísima ala oficialista, que sin vergüenza alguna salió a confesar la mandracada, justificándola con la casaca de que invirtió el billetón recibido en proyectos comunitarios.

Dijo el diputado, con su peculiar sonrisa cantinflesca, que aun así no es a huevos que quienes hayan recibido el pistillo lo tengan que invertir, pues queda a criterio de cada receptor hacer uso del mismo como le ronque la santa y regalada gana.

La sorpresita salió a la luz apenas un par de días después de que Redondo nombró una comisión para ver si le pone un bozal a los medios que le tiran riata por corrupto, autoritario, ineficiente y burdo, tal y como le dijo el CNA en su más reciente informe.

Pero es que el hombre es de los que hace las trastadas sin taparse, pues además de cínico es más pando que una guadaña, y aún así se enoja como una tita cuando le ventilan las chanchadas junto con sus secuaces.