LE DIERON DE SU PROPIA MEDICINA
A la reportera que el gobierno de la refundación mandó a Nueva York pagada con los tributos de la catrachada, le acabaron dando sopita con cuchara luego de finalizar el tercer día del juicio contra Juanchi.
En las afueras de la Corte donde se desgrana el pleito, Raymond Colon se dio tiempo de enseñar a la reportera una clase exprés de modales al más puro estilo de la ñangarada, para que le doliera todavía más.
Dijo Colon que las insistentes preguntas de su interpeladora se la sopleteaban soberanamente, al notar que ésta insistía con la misma cantaleta que dio por válida tras haberla leído en Twitter, que se ha convertido estos días en la biblioteca de Alejandría para los corresponsales catrachas en la Gran Manzana.
El sonoro “no me importa lo que usted me está preguntando, doña”, retumbó con tal fuerza que de inmediato hizo relichar a lo más podrido de los voceros del gobierno de la refundición, que con su acostumbrado disfraz de ovejitas se hicieron los ofendidos.
El primero en poner el grito en el cielo fue el Grillo, que es el más bochinchero de la larga lista de insolentes voceros del actual gobierno, quien apenas días atrás demostró su barriobajero comportamiento mandando a callar a la embajadora gringa en la capirucha.
Demostrado quedó, una vez más, que les gusta hacerla, pero no recibirla, pues cuando las cosas se les van por el camino contrario a su pensamiento cavernícola, rápidamente acuden a sus odiados medios oligárquicos a poner quejas.