LAS 100 DE SALVA”
Salvador Nasralla quiere jugar con balón adelantado, y en ese afán ya se dio el lujo de presentar “Las 100 de Salva”; es decir, las 100 propuestas de su campaña con las que jura él que va a darle vuelta a este cagadal de país en caso de que finalmente consiga agarrar la guayaba.
Se trata de un centenar de vainas, la mayoría de ellas equivalentes a una misión imposible, con las que pronto saldrá a evangelizar al liberalismo para que le dé el voto; y como de bruto tiene poquito, de lo que más habló fue de implementar el “plan Bukele”, sabiendo que de ahí se pueden enganchar unos cuantos.
Un plan con el que dice que acabará de un sopapo con la delincuencia y la inseguridad, que se han disparado de la mano de la refundición, y que complementará con una recuperación del sistema carcelario, donde siguen anidando ratas de todo tipo, ahora bajo el amparo de los chepos, que a su vez actúan al amparo de la refundición.
Pero también le apuesta él a las propuestas cajoneras, como dizque acabar con el desempleo, la corrupción y la paupérrima educación pública poniendo en práctica una reforma que se asemejará a un milagro; propuestas que son igualitas a las que incluye todo político en sus discursos, pese a que todo mundo sabe que ninguna se cumplirá.
Además, insistió en que será un férreo defensor del municipalismo y le dará viento a toda una chorrera de proyectos con los que jura que atraerá nuevamente la inversión foránea, que poco a poco y sin darnos cuenta se ha salido huyendo por culpa de las nefastas políticas emanadas del resentimiento refundacional.
Y es que dice el ex designado que hará de Honduras un patio propicio para hacer negocios, aunque sin explicar cómo; y que además lo convertirá en una especie de La Meca para el turismo. Y así sucesivamente, pasando por la edificación y simplificación del gobierno, una política exterior decente, transparencia a raudales, salud, seguridad alimentaria, deporte y un sinfín de vainas más que cualquiera pensaría que el hombre es una especie de Rey Midas. Pero no.