LAMENTABLE POLARIZACIÓN POLÍTICA
Tarde o temprano la polarización política alentada desde todos los frentes tanto por opositores como por oficialistas tenía que pegar el porrazo, y justamente eso fue lo que ocurrió este sábado afuera de un cementerio en Langue, Valle, donde un militante cachureco recibió un navajazo en el pescuezo por parte de un refundidor, que demostró así la calaña de la que él y los suyos están hechos.
De momento, según se pudo saber por parte de los que estaban ahí presentes, el atentado se dio tras un cruce de palabras entre ambos, con el caldeado tema político como incentivo, cuyo lamentable desenlace fue la caída al suelo del azulejo Ángel Antonio Cisnado, que, para colmo, cuando fue llevado a la clínica más cercana, no había doctor que lo atendiera.
El violento hecho deja en evidencia la crispación de estos días por parte de una clase política que con tal de no dar su brazo a torcer es capaz de perder en el camino todo rastro de humanidad, pues de momento, habiendo pasado ya unas horas del suceso, ni uno solo de ellos ha salido a condenar el hecho haciendo autocrítica.
Porque precisamente es autocrítica lo que se necesita en momentos así, no echarle más leña al fuego como corrió a hacer la diputada cachureca Lissi Cano, quien lo primero que se le ocurrió fue pedir la captura del “energúmeno” agresor y deducir “la responsabilidad correspondiente”, que no es que no tenga razón, sino que quizás y a lo mejor no era el momento de dejarse llevar por el oportunismo.