CRÍMENES SOBREPASA A LA REFUNDACIÓN
La ola de criminalidad sigue arrasando todo a su paso, ante la parsimonia de unas autoridades que no hacen más que maquillar las cifras, que aun así palidecen ante el contraste de la perra realidad que se vive en las calles.
Una criminalidad que se ensaña sobre todo con las mujeres, cuyas víctimas se cuentan por decenas en un gobierno liderado precisamente por una, que para el caso no ha sido capaz siquiera de salir a dar la cara.
Y es que, a la hora de priorizar los asuntos de verdadero interés nacional, no es precisamente el gobierno de la refundación un garante de nada, pues no hace falta más que darse una vueltecita por las redes de la presidenta para constatar que la celebración de un aniversario de boda o el título de un equipo de fútbol acaparan mayor atención.
Mientras tanto, los barrios siguen ardiendo en medio de un estado de excepción que dista mucho de ofrecer algún tipo de garantía, siquiera lejana, que haga creer a la catrachada en un cambio positivo.
Los crímenes contra las mujeres ya se cuentan con un promedio de más de una al día en lo que llevamos de 2024, con la cereza del pastel que supuso el triple homicidio de las muchachas en Roatán. Pero qué más da mientras haya precandidaturas que impulsar y jefes de bancada que elegir.
Así se refunda o refunde una patria, con la soberbia propia del autoconvencimiento y la peligrosa complacencia que otorga la nula autocrítica. Mientras tanto, en el horizonte asoma una campaña electoral cuyas promesas que de ella emanen aplacarán, triste y seguramente, todo atisbo de remedio.