LA RIXINETA LLEGA A REITOCA
Le costó, pero llegó. Tras sortear la travesía que le planteó el camino por los cachimbazos de agua que están cayendo por allá, la rixineta aterrizó en Reitoca, Francisco Morazán, para continuar con su “revolución pacífica, democrática, pero con sentimiento y con conciencia”, según dijo Ramona al grupito que se animó ir a verla.
Al menos esta vez pudo decir que la poca concurrencia fue por la lluvia y no porque sencillamente es incapaz ella de levantar pasiones. Y testigos de ello fueron los dos que tres presentes, entre quienes destacó la rastrera figura de Eliud Girón, quien parece que sigue purgando penitencia porque le tocó hacerla de sombrillero, para que a su patrona el agua no le deshiciera el planchado.
Aun así y a desgana, les tocó posponer para el 22 de junio el conversatorio que tenían planeado, porque por mucho que les rumben candela ha de concedérseles algo: su afán desesperado por no echar el culo al charral, como hubiese hecho cualquier otro en su situación. Por el contrario, pidió Ramona a sus seguidores “seguir apoyando” a la comandanta Xiomara “con lealtad”, quizás porque agarrándose de ese clavo presienta que podría lograr frenar la sangría de votos en su contra.
Y es que siguen metidos todos ellos al rollo de “continuar construyendo el proceso de refundación”, que ya se ha visto que salió churro, porque, aunque lo trillado del discurso suene como a orinar fuera de la nica, aún hay quienes lo siguen comprando, y de ellos dependerá, en gran medida, qué tanto dolerá un posible revés en las urnas.