LA REFUNDACIÓN METE AL MAMO A ROMEO VÁSQUEZ
La justicia refundacional sigue mostrándose implacable, aunque solo sea contra sus contendientes políticos, ya que a buena mañana de este domingo por fin se les hizo realidad el sueño de enchachar al general retirado, Romeo Vásquez, a quien el Ministerio Público le echa el clavo de la muerte en 2009 de Isis Obed Murillo, durante las protestas post golpe de Estado.
Pero no solo a él sino también a otras dos altas poporoilas militares de aquel entonces: Venancio Cervantes Suazo, exsubjefe del Estado Mayor Conjunto, y Carlos Roberto Puerto Fúnez, excomandante del Comando de Operaciones Especiales. El que confirmó la trastada fue el propio abogado de Romeo, un tal Fernando Gonzáles.
Dice el requerimiento de la Fiscalía de Johel Zelaya que la acusación es por el delito de homicidio y lesiones agravadas, y que la actuación de los exmilitares esa vez en las inmediaciones del Toncontín, donde ocurrió la tragedia, fue “desproporcionada”, pese a que no hay un expediente de la autopsia que lo sustente.
Y es que meses atrás, desde la propia Fiscalía pusieron el grito en el cielo cuando revelaron que el expediente del dictamen médico forense del caso se había hecho humo del almacén de evidencias, por lo que no se entiende entonces cómo es que piensan proceder legalmente contra los tres susodichos.
Eso es precisamente de lo que se están agarrando los abogados de los acusados, que ven en todo ello una mera instrumentalización de la justicia, pues raro resulta que sean tan diligentes con un caso ocurrido hace ya 16 años, y no actúen en consecuencia con uno más reciente como el de Carlón, que recién se supo que en 2013 se reunió con narcos para financiar la campaña refundacional de aquel año.
Bien harían los fiscales en recordar que la persecución penal no debe hacerse al molote, ya que toda acusación de ese tipo se debe probar científicamente, para demostrar primero que el disparo contra Isis Obed realmente provino de la dirección que ellos sugieren, y además que el arma era de reglamento y por último revisar la cadena de mando para determinar que los tres acusados realmente tuvieron algo que ver. Pero bueno.
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