LA REFUNDACIÓN COMENZÓ LA PURGA
Apenas una quincena después de la bochornosa movilización del 14 de septiembre montada por los refundidores de la patria en la capirucha, estos comenzaron ya la purga, despidiendo a todos aquellos empleados que por dignidad y decencia optaron por no acuerpar la farsa.
Sin irse muy lejos, en el Instituto de la Propiedad, a una chava de nombre Alma Miralda, le mandaron el sobre blanco acusándola de dizque boicotear a la presidenta Xiomara con su negativa a asistir a la asoleada. “Esto es una persecución política” dijo la pobre.
Y así como ella unos cuantos más, a quienes sus jefes inmediatos ni siquiera tuvieron la decencia de convocarlos personalmente si no a través de mandaderos. Pero independientemente de la forma, “obligar a los funcionarios públicos de esa manera no es la correcta” les dijo Alma.
“Mi despido fue firmado el lunes 23” denunció la cipota; es decir, la semana siguiente de la movilización, y todo “por no hacerle caso a remedos de caudillos” según dijo.
El de Alma Miralda es apenas uno de los tantos casos de este tipo que han tenido lugar en las tufosas entrañas de una refundación, que pese a venderse como cercana al pueblo, es delatada por su intolerancia recalcitrante.