LA REALIDAD SEGÚN MEL

Apareció Mel Zelaya tras el supuesto padecimiento cancerígeno que le diagnosticó y ventiló públicamente Jorge Cálix; y lo hizo como mejor sabe: a la defensiva, culpando a “las élites golpistas” que dizque patrocinan al precandidato refundidor de lo que considera “una falacia”, pues según él, “el golpismo siempre ha querido reventarme”.

Se chimó el comandante vaquero, no por la pregunta sobre su estado de salud, sino por la insistencia con que según él se lo han estado preguntando pese a haberlo desmentido por activa y por pasiva, pues a sus 72 años de edad se siente como un toro, aunque lamentó con ironía que desde todos lados lo han declarado “muerto varias veces”, aún y cuando ha seguido desarrollando su agenda “totalmente normal”.

Pero su tiradera no se quedó ahí, porque insistió el bigotón en atribuir todo el revolú montado a la insana intención de las “tendencias golpistas”, que dizque están “preparando el ambiente para reventarme”, pues considera que todo forma parte de una “parafernalia política” que sin embargo no lo ha agarrado con el calzón bajado, ya que asegura conocerla al dedillo porque “así pasó” ya en Venezuela con su alero el finado Chávez.

Un “ambiente” turbulento que, aunque surge “desde arriba” promovido por las “diez familias dueñas del 95% del PIB” catracho, según él es esparcido e incitado por sus “empleados” y “aliados” insertados por ellos “como candidatos” no solo en los partidos opositores sino también en el suyo. Que ni falta le hizo mencionar a Cálix por lo clarito que se le entendió.

Ahí mismo aprovechó el hombre la coyuntura para garantizar que, aunque ande Cálix haciéndose la “vístima” con sus trabas denunciadas sobre la precandidatura que sigue sin poder inscribir, como coordinador de las huestes refundacionales asegura que no le impedirá en ningún momento lanzarse al ruedo, que, de hecho, le echará una mano para hacerlo.

Y es que, aunque no lo demuestre, más bien dijo estar ansioso por ver a Cálix partiéndose el pecho en las internas, “para que se dé cuenta de la realidad”; pues seguro está de su capacidad de sopapearlo mediante su delfín Rixi Ramona, ya que con las encuestas le han hecho llegar, “sabemos lo que realmente está pasando”, confiando así en poder sonarle los mocos a punta de votos.

Pero bueno, también tuvo tiempo el asesor presidencial para referirse a la CICIH que prometieron hasta el cansancio, echándole el clavo a la ONU por no contar con ella, ya que se pusieron muy exquisitos con el asunto. “Pregúntale a Naciones Unidas por qué no quiere venir”, le dijo al periodista que le consultó. “Si hoy Naciones Unidas quisiera firmar, hoy mismo firma”, le insistió.

Que muchos le cuestionan que si ya sabía cómo era el trámite, al menos no la hubiera prometido tanto, porque si algo debería tener claro el hombre con su vasta experiencia política es que el catracho es un pueblo que está hasta el sereguete de dos cosas: la corrupción y que le den tanta paja.

Porque nadie en este potrero vive de la casaca y por esa razón, todo lo que sale de la refundación suena como a cuento chino para taparle el ojo al macho, como la arremetida de la Ley Tributaria que sí dan muestras de querer clavarla, porque según el bigotón “queremos que rindan cuentas por el saqueo al que han sometido al país”, refiriéndose a los diez familiones que según sus cuentas son las culpables de todo lo malo habido y por haber.

En resumen: con su intervención lo que vino a decir el comandante es que jura por los santos mártires que la precandidatura de Cálix va porque va; y si no, se afeita el bigote; y que si la CICIH no ha venido es porque ella no ha querido, ya que ello está esperándola como agua de mayo. Que cualquiera que lo oye pensaría que si fuera él quien gobernara otro gallo cantaría. Ajá.

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