LA QUE FALTABA
A la ola de piropos emanados desde las trincheras de la refundación catracha hacia la narcodictadura venezolana se sumó la que no podía faltar: Rixi Ramona Moncada, que con un bochornoso tuit en X ensalzó los “históricos triunfos” del dictador Maduro, ante quien se bajó los calzones incluso antes de que abrieran allá las urnas.
Le apostó así Ramona al caballo ganador, pues el fraude estaba cantadito. Y esperó hacerlo ella pocas horas antes de que el maltratado pueblo venezolano se volcara masiva e ilusamente a las urnas, porque antes que eso no se había atrevido Rixi a abrir la jeta cuando el dictador anticipó un “baño de sangre” si los resultados no lo acompañaban.
Algo que a la postre al dictador le podría servir como justificación para amarrarse seis años más a la guayaba, y que en ningún momento fue criticado por Rixi ni por ningún lacayo del gobierno refundidor, que ya se sabe que solo respingan cuando les conviene.
“Solidarios, acompañando al pueblo de Venezuela y su revolución democrática y socialista”, tuiteó la precandidata, pasando por alto que, en la previa, su amigo el dictador también había avisado que ganaría “por las buenas o por las malas”.
Y es que justifica Ramona su discurso de doble rasero con el hecho de que en Venezuela como en Honduras se libra una “gran batalla por la humanidad y la autodeterminación de los pueblos”, que viene a significar algo así como “esto es y debe ser así porque lo digo yo, y no necesariamente porque sea cierto”.