LA POLICÍA ESTÁ “PINTADA” EN AZACUALPA

A falta de un ministro de Seguridad decente y una Policía eficiente que haga lo que le toca en vez de andar sopapeando a la gente a lo bruto, el populacho ha decidido aplicar la ley del talión: ojo por ojo y diente por diente, contra los malandros que les hacen la vida imposible a vista y paciencia de las autoridades.

La muestra más clara se vio en Azacualpa, Santa Bárbara, donde a dos presuntos violadores les dieron de baja unos tipos que se hacen llamar “Cartel Nueva Generación”, que sobre los cuerpos de sus víctimas hasta dejaron puestos unos carteles avisando la “limpieza” que pretenden hacer en la zona si las cosas siguen poniéndose chungas.

“No queremos más delincuentes en nuestro pueblo” decía uno de los letreros manuscritos, donde además hicieron constar ellos la atribución de imponer un toque de queda a los pobladores: “El que después de las 11 ande en la calle, que se atenga a las consecuencias”, convirtiendo las calles de aquel pijalillo en un desierto.

Y es que cuando un pueblo decide arreglar las cosas por su cuenta lo hace porque el sistema es incapaz de responder como Dios manda, desbaratando así los mensajes triunfalistas de Gustavo Sánchez en redes sociales, donde suele aparecer él desinflando las cifras de homicidios para desviar la atención de su incapacidad de poner freno al asunto.

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