LA MITAD PARA EL COMANDANTE

No se libró de la quema el todopoderoso comandante vaquero, Mel Zelaya, cuyo apodo salió bailando en la narco reunión sostenida por su hermano Carlón en 2013 con la entonces cúpula de la narcoactividad catracha de aquel entonces, cuyo propósito, según el portal Insight Crime, era financiar la primera campaña de Xiomara Castro a cambio de sabrá Dios qué favores.

“Mire, la mitad que sea para el comandante, el resto lo compartimos nosotros” le dijo el cachiro mayor, Davis Rivera Maradiaga a Carlón, a quien llegó a ofrecer, junto con su hermano Javier, Mata Waldurraga y el Negro Lobo, 650 mil dólares sin que el ahora exdiputado renegara.

Se desconoce a día de hoy si Carlón aceptó el bondadoso narco ofrecimiento, pero lo que sí se sabe es que en el video que le sacaron a pasear tampoco dijo que no lo aceptaba. De hecho, hasta llegó a preguntar: “¿Y cuándo entregarían ese dinero?”, contradiciendo así su actual versión de que nunca llegó ese pisto a sus manos.

Afirmación similar a la de su hermano Mel, quien con al cagadal ya bien montado garantizó a La Prensa que “nunca llegaron supuestos pagos a mis manos y nunca nombré narcos” minutos después de que les dijera por WhatsApp que “condeno las negociaciones”, en referencia al video de su hermano.

Pero son tiempos estos en que más vale desconfiar hasta de tu propia sombra, sobre todo de la sombra de un político acorralado que es capaz de soltar cualquier babosada con tal de zafarse de sus responsabilidades. Que se lo pregunten si no al mismo Mel, que meses atrás insistió con vehemencia que jamás de los jamases quitarían la extradición, hasta que unos días atrás mandó a su mujer a denunciar el tratado existente con los gringos.

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