LA MISMA CANTALETA

La comandanta Xiomara Castro por fin se dejó caer por San Peter, donde la refundación a la que encarna no atraviesa sus mejores días, con una aceptación cada vez menor. Llegó ella con la agenda indicándole detenerse en el Catarino y el Villeda Morales, donde inauguró la planta de oxígeno y supervisó las obras de remodelación, respectivamente.

Todo hubiese sido una visita rutinaria, salvo porque no pudo ella contenerse las ganas de reactivar la cantaleta de los 12 años, de la narcodictadura, el golpe de Estado y todo el bla bla bla que le sigue, que lejos de afianzar su discurso, lo que hace es afianzar su victimismo y su mira limitada, pues hasta ahora ha sido incapaz de desmarcarse de los clichés.

“Recibí un país con narcotráfico y corrupción; la cabeza está condenada en New York a 45 años prisión, pero sus tentáculos están aquí”, insistió sin venir a cuento, justificando así y una vez más sus desaciertos e inanición con lo hecho y deshecho por su antecesor en el cargo.

Aun así, dijo estar “luchando de manera frontal contra el crimen y la corrupción”, aunque ciertamente no se note, pues aunque le cueste creerlo, su gestión se va pareciendo cada vez más a la anterior, esa misma a la que por enésima vez recordó por aquello del golpe de Estado que, según dijo, “destruyó todo, nuestra democracia, nuestro progreso”, razón por la cual sus dizque avances no avanzan.

Y renglón seguido, otra vez la burra al trigo: “En 12 años no hicieron nada”, y a pesar de los pesares, “nosotros en meses hemos hecho cambios”; que no quedó claro si se refería a cambios a mejor o a peor, porque el familión y las corruptelas destapadas a varios de sus funcionarios no dijo ni pío.

Video Cortesía;

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