LA INCERTIDUMBRE ESPANTA LA INVERSIÓN

Saben los empresarios, mejor que nadie, que con tanto molote propiciado desde las altas esferas del poder refundacional difícilmente la inversión llegará al país, o difícilmente la que ya vino permanecerá mucho más tiempo, pues la incertidumbre nunca ha sido ni será amiga de la prosperidad.

“Necesitamos generar certidumbre, reglas claras, demostrarle a la ciudadanía hondureña que el Poder Ejecutivo, que el Congreso Nacional, que las gremiales, los trabajadores nos podamos sentar y preparar un plan de país a corto, mediano y largo plazo” dijo al respecto Daniel Fortín, el de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), que algo debe saber del asunto.

Según Fortín, lo ideal sería “construir las bases para que todo eso se vaya desarrollando a través del tiempo”, pero con el despotismo imperante en los tres poderes del Estado la cosa se pone como en chino: “Es imposible que inversionistas extranjeros quieran venir a invertir a un país que vive en convulsión permanente”.

Y razón no le falta, porque desde que agarraron la guayaba en 2022, ellos mismos se encargaron de buena manera de poner sus propias expectativas por las nubes, aunque en breve tiempo la realidad se estrelló de un solo sopapo, pues las peleas internas y las disputas expusieron la cruda realidad: que Libre se había preparado para llegar ascender al trono, pero no tenían ni idea de cómo gobernar.

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