LA CAPIRUCHA ES UN PUEBLÓN
La capirucha catracha no deja de ser un pueblón, por más que a sus pseudo elitistas habitantes les duela reconocerlo. La prueba más clara es el tráfico infernal que se armó desde el mediodía de este jueves y que se mantendrá hasta la tarde del domingo, debido al cierre de una de sus principales vías, donde celebrarán con un carnaval del vicio y el fornicio sus 446 años de fundación.
Y es un pueblón porque toda ciudad decente debería disponer de espacios amplios y adecuados para que la gente monte ahí su Sodoma y su Gomorra sin repasearse en la vida del resto, que lo único que quieren es que el acostumbrado tráfico del día a día no empeore, como está siendo el caso por decisión de sus autoridades.
Y por si fuera poco, el tramo que trancaron es el bulevar Suyapa, que normalmente es uno de lo más transitados, lo cual obligó a centenares de pobres gentes a colapsar las vías adyacentes solo porque su alcalde Jorge Aldana y sus “asesores” así lo dispusieron.
Las kilométricas filas de carros solo pueden avistarse más o menos en su justa dimensión si se tiene un dron a mano, y todo ello, según el propio edil y su séquito, para “garantizar la seguridad” de los capitalinos antes, durante y después del chonguengue, que está programado para la noche del sábado.
Mientras tanto, las enormes tarimas y los infinitos montones de parlantes siguen llegando a la “zona cero”, trancando por tal razón el bulevar, desde Emisoras Unidas hasta el Polideportivo del Alma Mater, para desgracia adicional de los dueños de negocios aledaños, que deberán ingeniárselas para compensar los clientes que dejarán de llegarles mientras dure semejante estupidez.