IROSHKA, LA ESCURRIDIZA

Se fue chuca Iroskha si creía que ningún cristiano se daría cuenta de que ha andado estos días taloneando el búnker de Redondo, supuesto antagónico de su mariachi. Según se cuchichea en los pasillos legislativos, la visitadera que le ha agarrado es perra y por supuesto sospechosa.

Los rumores apuntan a que no hay día que la diputada falte a sus visitas, programadas casi con reloj suizo, aunque solo sabrá Dios con qué objetivo las hace. Pero como tampoco nadie lo explica, las conjeturas han salido a bailar.

Los más puristas justifican la movida diciendo que anda la exmodelo cerciorándose de que a su mariachi le autoricen el trámite de su renuncia para poder salir a lo loco en busca de la guayaba presidencial, pero están también los más incordiosos, que atribuyen su presencia en el búnker a razones meramente negociadoras.

Sea cual sea la razón, no deja de ser curioso verla andar en esas, pues para nadie es un secreto que a su amado las únicas puertas que se le siguen abriendo, por ahora, son las de su chamba; por lo que la carta de presentación de Iroshka resultó finalmente útil para algo.