INSULTO A HONDUREÑOS

Mientras los hondureños se debaten en la pobreza, haciendo malabares para poder comer, el honorable diputado del Partido Liberal, José Alfredo Saavedra, no tiene ni la más remota idea de cuánto dinero gana como miembro del Congreso Nacional.

¡Imagínese que solvencia!, al parecer el señor diputado tiene la misma habilidad para monitorear sus ingresos que para recordar dónde dejó las llaves del coche.

El diputado sureño, en un alarde de modestia y desinterés, nos confiesa que ni siquiera se molesta en averiguar cuáles son los depósitos mensuales que recibe.

¡Claro! ¿Para qué preocuparse por esas trivialidades cuando uno tiene otras actividades individuales y la noble tarea de la docencia para ocupar su tiempo? Por supuesto, eso de saber cuánto dinero recibe del erario público no es asunto de importancia para un legislador comprometido como él.

Tampoco sabe cuánto gana como docente, un total desinterés por el dinero, tiene tanto que esos salarios son poco y no le interesa conocer esos ingresos, hay que vayan sumando para los chicles en sus cuentas.

Y respecto a los suculentos subsidios que algunos afortunados diputados reciben, nuestro ilustre protagonista nos asegura que él no ha sido ni será beneficiado por tales prebendas.

Ah, la vida de algunos políticos, ese maravilloso mundo, en el que nadie tiene que esperar con desespero que le paguen el salario mínimo de la quincena para poder comer.