HONDURAS PRESIDE UN “ELEFANTITO BLANCO”
Aunque ya pasa desapercibido porque a nadie le importa la bendita integración, la presidencia pro tempore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) fue traspasada esta semana a Honduras, después de seis meses de ser ejercida por El Salvador.
Hasta fue el vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, quien entregó el mando a uno que no huele ni hiede en Honduras. Como si no le importara el cargo, el gobierno hondureño mandó al designado presidencial, Renato Florentino Pineda, a recibir el traspaso. Durante la ceremonia de la LVIII Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Miembros del SICA, que se realizó en la sede de la entidad, en Cuscatlán, El Salvador.
El pobre General Francisco Morazán se volvería a poner al paredón para que lo fusilen si supiera en lo que ha quedado su anhelado sueño de la integración centroamericana. Un cuento que alimenta un “elefantito blanco” en Centro América. El vicepresidente salvadoreño, instó a las autoridades de la región «a perseverar en la labor de fortalecimiento regional, subrayando la importancia del trabajo conjunto para el beneficio colectivo de la región centroamericana».
Lo cierto es que el Sistema de la Integración Centroamericana es el reflejo de un debilitamiento más amplio de la integración regional y de una crisis multidimensional. Que se sigue fundamentando en acuerdos que ahora resultan inútiles y desfazados, como Los Acuerdos de Esquipulas, que ya no parecen funcionales en una realidad que ha sufrido notables cambios.