“HONDURAS, ESTADO DE EXCEPCIÓN PERMANENTE

El Gobierno de Honduras ha decidido extender por décima séptima vez el estado de excepción. Desde el 21 de noviembre hasta el 5 de enero de 2025, los hondureños seguirán disfrutando de su “eterno verano” de restricciones, cortesía de un decreto publicado en La Gaceta.

¡Nada como empezar el año nuevo con la certeza de que tus derechos siguen en pausa!

Según el Ejecutivo, esta medida ha sido un éxito rotundo… al menos en la imaginación gubernamental. “Hemos reducido homicidios y extorsiones”, aseguran, aunque los datos concretos parecen estar en el mismo lugar que las estrellas. Mientras tanto, organismos de derechos humanos como el Conadeh no se quedan atrás y han recolectado 700 quejas de ciudadanos que probablemente no comparten el entusiasmo oficial.

Un Congreso que dice “No, pero igual sí”

Curiosamente, el Congreso Nacional decidió no ratificar la última extensión en octubre. ¿La razón? Insurrección legislativa. Pero tranquilos, eso no detuvo al Gobierno, que decidió aplicar la lógica del “igual lo hacemos” y ampliar el estado de excepción porque… bueno, porque pueden. ¿La Constitución? Ah, esa es solo un librito que da vueltas por allí.

Mientras el Gobierno insiste en que esta estrategia es su bala de plata contra el crimen organizado, los críticos no están tan convencidos. Entre ellos, organismos internacionales que han señalado que, además de no producir resultados tangibles, esta medida ha traído consigo víctimas y abusos de autoridad.

Así que ahí lo tienen: Honduras, el país donde los estados de excepción tienen más vidas que un gato y donde los derechos humanos parecen ser opcionales. La décima séptima prórroga ya está aquí, y si nos guiamos por el entusiasmo oficial, no será la última.