HONDURAS CAMINA A MAYOR IMPUNIDAD
Ana María Calderón, exvocera de la MACCIH, parece estar convencida de que Honduras está participando en una especie de competencia nacional… pero en lugar de avanzar hacia la transparencia y la justicia, la meta parece ser ver quién puede retroceder más rápido.
Es decir que el país decidió poner la marcha atrás a todo motor, especialmente con decisiones judiciales tan polémicas como el fallo sobre la Amnistía y la denuncia del Tratado de Extradición con Estados Unidos. Porque, claro, ¿qué mejor manera de enfrentar al crimen organizado que abrirles la puerta y decirles “¡bienvenidos de vuelta, señores!”?
Para Calderón, el panorama no podría ser más claro: con estos movimientos, Honduras no solo ha dado un paso atrás, sino que probablemente ha comprado un boleto de ida al club de la impunidad.
Según ella, la seguridad jurídica del país está tambaleándose, y con ello, adiós inversiones extranjeras. Al parecer, a los inversores no les gusta mucho la idea de jugar a la ruleta rusa con su capital en un país donde las leyes son más flexibles.
La exvocera no se detiene ahí. Explica que esta amnistía, que pretende ser una especie de abrazo generoso a los funcionarios del pasado, tiene toda la pinta de ser un lavado de cara más que una medida de reconciliación. “La amnistía no tiene un carácter humanitario, sino más bien una pincelada de impunidad”, asegura Calderón.
Además, Calderón no puede evitar preguntarse qué tipo de mensaje se está enviando al mundo con estas decisiones. “La percepción de corrupción sigue empeorando”, señala.