HACEN FIESTA CON BIENES INCAUTADOS

Le cayeron como aves de rapiña. Tras el madrugón para adueñarse de los bienes de la familia Hernández García y Alvarado, surgen las voces de los eruditos cuyo análisis hace eco en la opinión pública. Y siembran dudas que generan preguntas.

Piensa mal y acertarás dicen por ahí. Tantas incautaciones hechas por las autoridades correspondientes, no representa beneficios para el pueblo. Sólo beneficia a los que residen en la casa presidencial, familiares, funcionarios de alto perfil y directivos de la Oficina Administradora de Bienes Incautados, OABI. Si no, pregúntenle a Yani Rosenthal, que todavía sigue esperando la devolución de lo incautado a su familia.

Se les quemaba la miel por caerle a los bienes del indómito y su séquito. Unos 131 bienes fueron incautados que podrían ser repartidos entre unos pocos. Al igual que como ha ocurridos con los bienes incautados a otros grupos y personas vinculadas al narcotráfico y actos de corrupción.

Luís León, analista político, manifestó que la incautación de bienes no beneficia al pueblo: “no hay ni rendición de cuentas de todo lo que se incauta. No se puede decir que es justicia porque justicia es resarcir los daños y al pueblo hondureño, que ha sido el más afectado, no se le ha subsanado ningún daño”.

También el abogado y analista Carlos Arévalo dijo que esas incautaciones sólo “benefician a los más cercanos al gobierno, quienes se reparten los bienes”. Y aun con las subastas que hace la OABI “son para beneficiar a unos cuantos nada más”. Esas famosas subastas son de compadre hablado.

 

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