HABLÓ JOH DESDE EL MAMO
Reapareció el indómito Juan Orlando desde su celda de 3×3 en el Centro Correccional Metropolitano de Brooklyn, y lo hizo vía llamada telefónica para azuzar a los que andan estos días acuerpando la precandidatura de su mujer, la ex primera lady Ana García.
Pero no fue una llamada al uso, sino una bien aprovechada por el hombre, que atizó duro y parejo a sus sucesores, los cagadaleros de la refundación, que se las tiraban de gallitos cuando estaban en la llanura y ahora que tienen la guayaba no hacen más que sonarse las tapas con cada acción que hacen o intentan hacer.
“Tanto que hablaron y miren cómo están, con tantas empresas que han cerrado en el sur”, les dijo el expresidente al grupito de adeptos que escuchaban con atención cada una de sus palabras, que debieron pitarle los oídos a los refundidores.
Les agradeció también su apoyo a Anita, a quien dio su espaldarazo para que siga en las andadas. Y es que, aunque permanece enjaulado, se mantiene el graciano bien informado de la cruda realidad catracha, que contra todo pronóstico ha ido en retroceso desde su viajecito en DEA Airlines.
Los animó, además, a mantenerse siempre vigilantes, porque “la razón de ser de un político es la gente” y porque “un partido de oposición no puede estar callado”, al tiempo que insistió en su inocencia mientras sigue el conteo regresivo para que los gringos le confirmen la perpetua.
En fin, que dejó claro el hombre que su apoyo es nada más para su mujer, y recordó además que gobernar no es para cualquier montuno, pues el tiempo ha ido dándole la razón en unas cuantas cositas de las que bueno fuera que algunos tomaran nota.
Porque una cosa es que lo hayan agarrado en la vuelta haciéndose el papo con las mandracadas de su hermano, y otra muy distinta es que ahora más que nunca se nota que tenía mano de santo el hombre a la hora de mantener todo lo quieto posible a un pueblo que anda estos días en estado de ebullición.
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