GUILLERMO VALLE, EL UNGIDO DEL PINU-SD
Después de años de alianzas y sigilo estratégico dignos de una novela de espionaje, el Partido de Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD) finalmente ha decidido lanzarse al ruedo con candidato propio. Y el afortunado es nada más y nada menos que el ingeniero Guillermo Valle, quien, en una contienda reñidísima con él mismo, logró hacerse con la candidatura.
La noticia fue anunciada con gran pompa por la designada presidencial y también presidenta del Pinu-SD, Doris Gutiérrez, quien reveló que, en la asamblea del partido, había dos valientes dispuestos a aspirar a la candidatura. Sin embargo, en un giro inesperado, uno de ellos decidió que era mejor no probar suerte y abandonó la carrera antes de empezarla, dejando a Valle con el camino despejado.
Mientras tanto, en una colina lejana, Olban Valladares, quien había manifestado su interés en la candidatura, se quedó silbando en la loma, viendo cómo se le escapaba la oportunidad de ser el redentor de la política nacional. Todo un estadista de lujo que, lamentablemente, no pasó del calentamiento.
Gutiérrez enfatizó que el candidato del Pinu-SD debe ser alguien libre de señalamientos por corrupción y con un amor inquebrantable por la patria. Un estándar bastante ambicioso, considerando el panorama político del país.
Pero la historia no termina ahí. La presidenta del Pinu-SD también dejó abierta la posibilidad de una alianza presidencial, aunque con una sutileza jurídica: será una alianza “de derecho y no de hecho”. Es decir, una unión con todas las formalidades, pero sin las molestias del compromiso. Nada de enamorarse en este matrimonio político.