ANDAN “PIANITOS” CON TRUMP
En una movida que podría catalogarse como diplomacia exprés, el canciller de la República, Enrique Reina, anunció con gran entusiasmo que los diplomáticos hondureños en Washington ya están en contacto con el equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Al parecer, el objetivo es asegurar que la relación bilateral siga tan sólida como las promesas de campaña.
«El embajador Javier Bu ya está haciendo contactos. Queremos iniciar algún tipo de… contacto y relaciones», explicó Reina. Por lo visto, la estrategia es hacer que Trump recuerde a Honduras cada vez que alguien mencione palabras clave como “migración” o “lucha contra el narcotráfico”, tomando en cuenta que el gobierno de Castro denuncio el Tratado de Extradición.
Reina aseguró que las conversaciones con Estados Unidos son como un café bien cargado: “frescas y constantes”. Esto, según él, no cambiará con la llegada del Partido Republicano al poder. Claro, porque si algo caracteriza a Trump es su disposición al diálogo constructivo, especialmente en asuntos que involucran a países al sur del Río Bravo.
Los temas abordados incluyen, cómo no, la migración y el narcotráfico, pilares tradicionales de las relaciones diplomáticas. Reina dejó claro que Honduras está lista para continuar “pláticas”. Expectativa: ¿ilusión o delirio?
Aunque la política migratoria de Trump ha generado más titulares que soluciones, Reina no pierde la fe. Aseguró que Honduras seguirá buscando maneras de mantener el diálogo, por eso el embajador Bu, armado con la paciencia de un monje tibetano y el carisma de un vendedor de seguros, sigue estrechando lazos con el equipo de Trump.
En resumen, los refundadores están haciendo lo que mejor saben: hablar de desafíos comunes, tiernos puentes imaginarios y confiar en que alguien, en algún lugar, finalmente los escuche.