GENERALES DETENIDOS PERO CON CONTROL REMOTO…

El Ejército Ciudadano de Paz ha vuelto a la carga, exigiendo la liberación de los generales en retiro Romeo Vásquez Velásquez, Venancio Cervantes Suazo y Carlos Roberto Puerto Fúnez , quienes, según ellos, no deben estar bajo arresto domiciliario, sino en sus trincheras habituales: opinando sobre democracia y Constitución en cualquier foro que los invite, o simplemente disfrutando del mando pero del mando de su control remoto viendo la TV.

Según el comunicado del Ejército de la Paz (nunca antes la ironía era tan evidente), las detenciones de estos ilustres defensores de la patria no tienen nada que ver con aquel pequeño evento del 2009 que algunos llaman golpe de Estado y otros, “la mejor decisión del siglo”. ¡No señor! Todo se trata de una persecución política disfrazada de justicia, una maniobra oscura para llamar a quienes luchan por la democracia… con tanques y fusiles, por supuesto.

Bueno es un revuelo, porque  no se sabe a ciencia cierta si es que los generalísimos vuelven al mamo oh es que tampoco deben estar detenidos en la sala de sus casas, no hay claridad en ese comunicado del Ejercito de Paz, que con ese documento han quitado la paz a muchos.

El general Romeo Vásquez, héroe de las transmisiones en vivo y fiel usuario del control remoto, lamentó su situación con la misma convicción con la que escribió aquella orden de expatriación en 2009. “Esto ya es un abuso de poder, hace 50 días estoy preso en mi casa” , exclamó. Una tragedia solo comparable con un corte de luz en plena final de la Champions.

Por su parte, sus compañeros de infortunio también han pedido su liberación inmediata, argumentando que han dedicado sus vidas a defender la Constitución… cuando les ha convenido. La justicia hondureña, esa misma que avanza a paso de tortuga cuando se trata de otros casos, ahora parece moverse con la velocidad de un decreto en cadena nacional.

El comunicado cierra responsabilizando al gobierno por cualquier daño físico o psicológico que puedan sufrir los generales. ¿Qué tipo de torturas enfrentan? ¿Mal Wi-Fi? ¿Prohibición de entrevistas en horario de máxima audiencia?

Mientras tanto, el pueblo hondureño sigue a la espera de respuestas. Porque si de algo podemos estar seguros, es de que en Honduras, el único golpe que no se olvida… es el de la realidad.

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