FUTURO “PELUDO” DEPARA AL CONGRESO

Se avecinan días candentes en el hemiciclo, donde el valeverguismo de Luis Redondo, que sigue de vacaciones, hará que las cosas se pongan más peludas que nunca, pues sigue Libre sin contar con los votos necesarios que le permitan ensartar de una vez por todas su ansiada Ley de Justicia Tributaria y tampoco es que se esfuerce él demasiado en desencallar la situación.

Eso, más otra chorrera de asuntos legislativos que aún siguen pendientes, pues ya se ha visto que para un tipo que funge como conserje de Libre en el Congreso, hacer su trabajo como Dios manda sigue siendo algo opcional, pues esta misma semana debió haber convocado sesión y no lo hizo.

Y es que nada bueno se puede esperar de ese poder del Estado mientras siga siendo dirigido, aunque solo sea de cara a la galería, por Luis Redondo, porque tampoco es que en la Junta Directiva haya alguien capaz de mover un solo dedo sin la previa autorización del comandante vaquero, que es quien de verdad gobierna desde las sombras.

Un comandante vaquero que cada vez más seguido sale a dar pistas sobre la no llegada de la CICIH, promovida por ellos hasta el cansancio desde la llanura y por la cual, ahora que tienen la guayaba bien agarrada, parecen no estar dispuestos a saltarse la tranca para aprobar las vainas que haya que aprobar para su instalación.

Instalación que depende, en gran medida, de los votos que Libre definitivamente no tiene en el Congreso, pero no solo eso, sino que además de no le ajustarle con los que tiene, los números son cada vez más negativos debido a la imparable fuga de adeptos a otros lares.

Y eso, más la ya mencionada pasmosidad de Redondo, plantean un escenario poco halagüeño que, de no controlarlo adecuadamente, podría desencadenar otra de la larga lista de interminables crisis que azotan con frecuencia este patio olvidado por la mano de Dios.