FRÍO SALUDO DE MILEI Y LULA
El saludo fue gélido. Y no hubo mayor intercambio de palabras ni gestos. Javier Milei llegó a la Cumbre del G20 en Río de Janeiro y fue recibido por el mandatario anfitrión, Inacio Lula da Silva, en el ingreso del Museo de Arte Moderno (MAM). Es la primera vez que se registra un encuentro cara a cara de ambos jefes de Estado -coincidieron en Italia, en el G7, pero no hay fotos de aquel cruce- y se espera que el relacionamiento entre ambos no avance mucho más allá durante las dos jornadas de deliberaciones.
Pese a que Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, ninguna de las dos delegaciones trabajó por un encuentro bilateral. Tampoco se habló, hasta ahora, de fomentar un pull aside o algún otro tipo de encuentro informal. Desde el primer minuto fue evidente el sentimiento de antipatía mutuo entre ellos.
No obstante, la Argentina adhirió -a último minuto y con su propia narrativa-, a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, la gran apuesta de Lula como presidente pro tempore del foro internacional. Milei se sumó subrayando la necesidad de políticas de desregulación y pro mercado, y enfatizando que no se comprometerá a implementar medidas específicas promovidas de manera colectiva.