FABIO “QUEMARÁ” A JOH Y CARLÓN
A Fabio, hijo del Lobo feroz, ya poco le importan las formas y, con tal de ver reducido el peso de la cruz que le montaron en el norte, optó por soltar la perra y sapear a todo el que le pongan sobre la mesa, llámese éste Juanchi, Tony o el mismísimo Carlón.
Entendió Fabio que aflojar la lengua aumentaría sus beneficios, y fue así como consiguió que le rebajaran seis a los veinticuatro años de condena que los gringos le clavaron en 2017 por meterles coca en su patio durante varios años.
De ese modo, el hijo del expresidente catracho entre 2002 y 2006 se convertirá en el testigo estrella del juicio contra el susesor de su papi en Presidencial, al que se espera queme de pies a cabeza cuando lo encaramen al estrado de la Corte neoyorquina.
En esa Corte, se presume que el hombre dará fe que Juanchi sí estaba al tanto de las movidas pandas de su hermanito Tony, por más que ahora ande negándolo con vehemencia y tirándoselas de santurrón delante de Castel. “Lo sabía todo”, dijo del expresi.
Pero también se espera (y he aquí lo picante) que reitere ante el propio Castel que los narcochanchullos en Honduras no eran exclusivos del clan Hernández sino también, y sobre todo, del clan Zelaya, con Carlón como su máximo exponente.
Dijo Fabio en una entrevista concedida desde el mamo, que el susodicho era uno de los meros tatascanes del mundo narco catracho antes del 2010, cuando su hermano Mel gobernaba en Casa de Gobierno, que por aquellos días parecía más un circo.
Un Carlón que, según Fabio, coordinaba en sus años mozos el aterrizaje de narcoavionetas en el vasto Olancho, capital hondureña del polvo blanco durante el gobierno del Poder Ciudadano hasta que ese poder se trasladó al occidente, a las tierras del indómito.
Sus declaraciones, que tampoco agarran a nadie por sorpresa, vienen a condimentar aún más el tamal de la clase política catracha de los últimos años, y deja el asunto en empate técnico entre los enjuiciados Hernández y los actuales gobernantes Zelaya, que, así como van las cosas, el día menos pensado serán llamados a filas en el norte