EXTORSIÓN, TERROR RECURRENTE EN EL TRANSPORTE

 

Los conductores de la Ruta 7 en el sector El Polvorín de San Pedro Sula han vuelto a parar sus unidades, no porque las carreteras estén en mal estado o los autobuses necesiten reparación, sino por la clásica extorsión, ese servicio “premium” que tantos están obligados a pagar.

 Según los conductores, un nuevo grupo extorsivo ha decidido que ya no es suficiente pagar 69 mil lempiras semanales a los otros seis grupos.  Ahora hay que sumarle una prima de 50 mil lempiras y la módica cuota de 12 mil mensuales. Y para estar “protegidos”, no les queda de otra que pagar o pararse.

“¡No nos ajusta para nada!”, exclama uno de los conductores, quien ya parece tener un máster en lidiar con extorsionadores. Y es que, según explica, con siete grupos cobrando a diestra y siniestra, apenas les queda para la gasolina y los repuestos.

Y es que está claro si de algo no se puede prescindir es del buen servicio al cliente: autobuses con repuestos nuevos y tanques llenos, mientras los bolsillos de los conductores quedan más vacíos que las promesas de seguridad del gobierno.

En medio de esta crisis que tiene a los transportistas en jaque, la extorsión no discrimina. Esta mañana, un taxista identificado como Luis Torres fue asesinado brutalmente entre los bulevares Centroamérica y Suyapa de la capital. Al parecer, los extorsionadores no solo quieren el dinero, también tienen una especie de “programa de recompensas” en el que, si no pagas a tiempo, tu vida está en juego.

#No vamos bien,,, con todo esto se le recuerda al jefe de la policía que su tal hastach #Vamos bien es puro cuento de su imaginación porque mientras el se pavonea en marchas políticas la población paga los patos y el transporte se lleva la peor parte poniendo no solo cantidades millonarias sin que lamentablemente también ponen sus vidas.

“No ha bajado la extorsión, ¡ha subido!”, denuncian los conductores, quienes ya no saben si trabajar para alimentar a sus familias o simplemente para alimentar las arcas de los extorsionadores. Al parecer, la única economía que realmente está en auge en Honduras es la de los grupos criminales.

Mientras tanto, las autoridades de seguridad siguen en su telenovela diaria, prometiendo acciones y resultados. Pero como bien lo saben los transportistas, en este país la única cosa que siempre llega a tiempo es la próxima cuota de extorsión.

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