EXCESO DE CONFIANZA
Quién hubiese imaginado que, a estas alturas del partido, la única que andaría confiando a ciegas en que las elecciones del 2025 en Honduras serán “transparentes, libres y justas” sería la mismísima embajadora gringa, Laura Dogu. ¡Ver para creer!
Declaraciones las suyas que parecen sacadas de un libro de ficción, sobre todo a sabiendas del papelón que fueron a hacer los heraldos de la refundación a Venezuela, donde parecían activistas del chavismo, ensalzando las supuestas virtudes del fraudulento proceso electoral montado allá.
Un proceso fraudulento que la misma Dogu denunció en X, donde dio por seguro que “Edmundo González Urrutia derrotó a Nicolás Maduro por millones de votos”, en clara contraposición al discurso del gobierno refundidor catracho, que defiende exactamente lo contrario para congraciarse con su amigo, el narcodictador Maduro.
Un gobierno refundidor catracho que, al igual que el narcodictador en Venezuela, tiene agarrado al CNE por los cataplines, de tal modo que no hace falta ser muy listo para deducir que, en caso de que las cosas se les tuerzan en las urnas, resolverá las cosas ahí, donde contará con el aval de Marlon Ochoa, que no se caracteriza precisamente por ser ecuánime.
Pero esas son cosas que Dogu sabe de sobra, y que a lo mejor evita aludir para no meterse en camisa de once varas, pues recordó ella que, pese a todo el runrún, su embajada ha estado trabajando con diferentes instituciones refundidoras para apoyar la celebración de unas votaciones como Dios manda.
Pero para que eso sea realmente así, más allá de lo que diga ella estará lo que diga el representante colorado ante el CNE cuando toque resolver las cosas, porque a nadie es ajeno la sospechosa complicidad existente entre esa representación y Mel, que por otra parte anda queriendo alargar el presupuesto del ente electoral para acapararse, por la vía de la compra directa, el mismito software chino que acaparó Maduro para cimentar su monumental fraude.