ETERNO DESPILFARRO

 

El economista Mauricio Díaz Burdett director del Fosdeh  ha vuelto a encender las alarmas sobre el ritual anual del despilfarro público en Honduras.

Como si de una tradición sagrada se tratara, cada año el Estado destina sumas astronómicas a sueldos y salarios de una planilla pública que sigue engordando como un pavo en vísperas de Navidad. Y lo más curioso: hay planillas que nadie conoce bien, pero que misteriosamente siguen cobrando puntualmente.

Según Díaz Burdett, los impuestos que los hondureños pagan religiosamente y otros ingresos fiscales son insuficientes para sostener la maquinaria estatal, por lo que la solución de siempre es endeudarse hasta las cejas. Para 2025, ya se tiene proyectado un endeudamiento fresco de 79,000 millones de lempiras, algo así como 3,000 millones de dólares. Un pequeño detalle que seguro nadie notará hasta que llegue el momento de pagar la cuenta.

Pero la diversión no acaba ahí. Al analizar los gastos, aparece la joya de la corona: el gasto corriente, ese agujero negro que devora recursos en viáticos, mantenimiento de oficinas de lujo y otros gastos administrativos. Mientras tanto, hospitales sin medicinas y escuelas sin pupitres siguen esperando que alguien se acuerde de ellos.

Y, por si fuera poco, se avecina el 2025, un año electoral. Como si no bastara con el gasto inflado habitual, este es el momento dorado para ciertos sectores que ven la oportunidad de negociar aumentos salariales y otros beneficios a cambio de su voto. Así que, prepárense para más transferencias, más asignaciones y una planilla estatal que crecerá con la gracia de un pan en el horno.

Share via
Copy link