¿ESTADO DE EXCEPCIÓN O DE VIOLACIÓN?

 

Un balance realizado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) a los 532 días que los hondureños llevan bajo el estado de violación, revela resultados tan escasos que parecen haber sido buscados con lupa y numerosas denuncias de violaciones a los derechos humanos. Sin duda alguna el tal estado de excepción es ¡Una joya de gestión!

Con 283,952 hogares víctimas de la extorsión y un índice de impunidad del 99 % al cierre de 2023, queda claro que la eficacia del estado de excepción es tan alta como el nivel del mar en el Sahara. Apenas 8 condenas por extorsión en 2024, y eso que estamos hablando de un problema que deja a más hogares de rodillas que una misa de domingo.

“En noviembre de 2023, el 11.1% de los hogares hondureños eran víctimas de extorsión”, detalló Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de ASJ, con un entusiasmo que solo puede venir de quien ha hecho de la resignación un arte.

Los departamentos más afectados son Cortés (16%), La Paz (15%), Colón (14%), Yoro (14%) y Francisco Morazán (13%). En estos lugares, ser extorsionado es más común que encontrar un buen café en Honduras, lo cual ya es decir bastante.

Según una encuesta realizada por Le Vote y presentada por la ASJ, sólo el 48% de la población cree que el plan reducirá la extorsión. Para ponerlo en perspectiva, esto es menos gente de la que cree que las vacas vuelan.

El 72% desconocía la instauración del estado de excepción, lo que hace pensar que el gobierno ha decidido que la mejor manera de informar a la gente es no informar en absoluto. Sólo el 33% está de acuerdo con la medida, mientras el 75% dice sentirse igual o menos seguro que antes. ¿Quién iba a imaginar que la inseguridad no se resolvería con más inseguridad?

Castañeda recordó que la Constitución de la República establece que la disposición puede extenderse por un máximo de 45 días; sin embargo, el decreto ha sido prorrogado por el Poder Ejecutivo en ocho ocasiones y ampliado a 17 de los 18 departamentos del país.

Mientras tanto, la extorsión sigue haciendo de las suyas, manteniendo de rodillas a 283,952 hogares hondureños. Quizás el verdadero estado de excepción sea la paciencia infinita de los ciudadanos que, con tanto optimismo, siguen esperando resultados.

Share via
Copy link