EN LA POLÍTICA Y EL AMOR TODO SE VALE
Patada y mordida quieren dar algunos gatos del oficialismo, que por la incertidumbre de no saber qué tal le irá al gobierno refundidor en las generales de noviembre, andan ya jugando con balón adelantado, zampando a sus mujeres en las planillas de las distintas corrientes del partido para que, en caso de recibir un batacazo en las urnas, al menos ellas logren colarse como diputadas.
Ese es justamente el caso de tres de ellos: José Carlos Cardona, el de Sedesol; Fausto Cálix, el de Aduanas; y Fabricio Sandoval, el diputado Pepsi del Congreso, que sin hacer mucha bulla clavaron a sus parientas como aspirantes a un curul, sin que eso signifique precisamente que se hayan ganado el favorcito.
Y es así como Clara López, la mujer de “le ministre”, aparecerá en una de las casillas del M28 en Francisco Morazán, aún y cuando ostente el cargo de jefa de la Unidad de Género de la Sesal pese al llamado hecho por Xiomara meses atrás, cuando pidió a sus funcionarios que renuncien a sus cargos si su intención es adentrarse en la campaña electoral.
Mismo caso de María Elisa Casanova, la de Fausto, que sueña con ser suplente de Mario Suazo en la primera casilla de Somos + en el mismo departamento. “Eso no sucederá jamás” respondió todo “cacahuete” Fausto, cuando los de El Heraldo le preguntaron si fue por influencia suya que logró ella ser tomada en cuenta.
Más atrás aparece la tal Naveshna Rovelo, la mujer de “Pepsi”, que al tiempo que mama la teta del Estado como directora de Convivienda, también anda por las bandas queriendo ser congresista por el todopoderoso M28. ¡Vaya gente!
Mención aparte, por cierto, merece el mentado Enrique Arias, marido de Rixi Ramona Moncada, la omnipotente precandidata refundidora, pues allá anda el hombre en Choluteca, viendo si a la tercera va la vencida y logra por fin colarse como diputado. Y como son todos ellos más largos que 500 pesos de chorizo, no ha vacilado él para presumir los proyectos llevados a cabo allá por el gobierno para presumirlos, pese a que ni siquiera es funcionario, sino simplemente marido.