EL TIGRE SALIÓ GATITO
Una sola lloreta le agarró al Tigre Bonilla en la USA cuando la justicia de aquel país lo condenó a 19 años en el mamo por andar jugándole al narco durante sus años mozos como capataz de la Policía catracha en la dorada época del indómito.
De nada le sirvió haber implorado clemencia al juez Castel para que le diera descuento en la condena, alegando tener jodida la próstata y prometiendo no volver a meter las patas nunca más, algo que de igual manera tendrá que hacer porque saldrá del mamo ya con 82 años en el lomo.
Aun así, avisó que seguirá de fuercero e interpondrá una apelación, según avanzó uno de sus hijos desde Honduras; algo que difícilmente surtirá afecto si se tiene en cuenta lo implacables que son los gringos con esas cosas. Aunque con intentarlo no perderá nada.
Y es que ni las razones de su condena ni mucho menos las estadísticas invitan al optimismo, ya que apenas un 8.7% de las apelaciones presentadas ante las Cortes gringas son resueltas a favor de quienes las interponen, así que más valdrá al Tigre empezar a comportarse como tigre y no como gatito, si no quiere ser presa fácil en los calabozos neoyorquinos.