EL POPULISMO VIVE DE LOS POBRES

El expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Roldán Duarte, ha revelado con precisión quirúrgica las claves del estancamiento económico de Honduras: corrupción, inseguridad jurídica y violencia. Por supuesto, estas problemáticas no son ningún secreto, es más de lo mismo que se agrava con el populismo.

Con la contundencia de quien ha observado a generaciones de políticos reciclar discursos, Duarte lanzó una advertencia sobre el populismo, esa fórmula mágica que parece hecha para perpetuar la pobreza mientras se promete erradicarla.

“El populismo vive de los pobres, porque sin ellos, ¿quién les va a aplaudir?”, ironizó, sin mencionar nombres, pero apuntando con la sutileza de un cañón a los gobiernos que gobiernan más con consignas que con acciones.

Para Duarte, el problema no es solo la intención de “derrotar a la oposición”, sino el olvido total de las verdaderas necesidades del pueblo. Porque, claro, perpetuarse en el poder es una tarea agotadora que no deja tiempo para detalles menores como mejorar la educación, la salud o las carreteras.

El economista también destacó la importancia de trabajar “armoniosamente” entre gobierno, empresa privada, sociedad civil y academia. Sin embargo, en el país donde hasta decidir la hora del almuerzo puede convertirse en una batalla campal, hablar de acuerdos mínimos suena tan optimista como creer que la inseguridad desaparecerá con una cadena nacional.