EL POLLO ARMA OTRO DISPARATE
En la sesión 108 de la muni de San Peter, el Pollo Contreras llegó dispuesto a acabar de una vez por todas con todo rastro de organización y sentido común, renombrando algunas gerencias, fusionando otras y desapareciendo dos que tres más, como para dejar constancia que lo suyo no es la gobernabilidad sino más bien el despotismo.
Fueron varios los temas planteados por el edil y que hicieron que algunos corporativos desenfundaran los cuchillos, pero sobre todo el vicealcalde Omar Menjívar, que, al finalizar el cónclave realizado inexplicablemente por Zoom, se despachó a gusto en X, calificando de “penoso” el disparate orquestado por el edil.
Según Menjívar, el zangoloteo que le dio el Pollo al organigrama municipal, disfrazado de orden y disciplina, no es más que “una disparatada reforma” que mandó a chapalear “la más mínima idea de sistema institucional coherente y eficiente” heredada por la administración anterior de Mandito.
Y es que, entre cosa y cosa, fueron 16 los cambios ejecutados por el alcalde, con el visto bueno de la mayoría de los regidores, incluidos los refundidores, que “sin criterio alguno, más que el indigno servilismo”, se prestaron para aprobarle las barrabasadas a su ex alero el Pollo, según Menjívar.
Entre ellos, según el vice, el de “adjudicar a DIUNSA un contrato por más de dieciséis millones, cuando otro postulante ofertó la misma calidad y cantidad de los bienes requeridos, por más de dos millones menos”, algo que quizás se entienda mejor dada la amistad archiconocida entre el alcalde y el patrón de esa casa comercial.
Pero es que el Pollo, además, movió la Dirección del Plan Maestro de Desarrollo Municipal a la Gerencia de Infraestructura, y la Dirección de Alianzas y Cooperación a la Gerencia de Desarrollo Socioeconómico, que antes de cambiar de nombre era dirigida por uno de los pocos súbditos fieles que aún le quedaban a Menjívar tras su extinta alianza con el edil.
Y así sucesivamente, mezclando el agua con el aceite hasta dejar todo patas arriba, por lo que no resultó nada extraño que ninguna de las mociones presentadas se haya aprobado por unanimidad, dejando expuestas las insalvables grietas que separan a los corporativos del edil.
Porque si algo tiene el dichoso edil es que no se preocupa demasiado por la conciliación, dando muestra de ello con una escuela que mandó construir en El Merendón sin haber socializado el proyecto, como manda la ley.