EL GRAN SHOW DEL DEBATE PRESIDENCIAL

Promesas, grilletes y nostalgia por Bukele. El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) organizó una nueva edición de su reality show político, también conocido como “Debate Presidencial 2025”. En esta entrega, los protagonistas fueron los precandidatos del Partido Liberal: Jorge Cálix, Maribel Espinoza y Luis Zelaya, quienes compitieron en el siempre entretenido deporte de lanzar promesas al aire sobre criminalidad, corrupción y crisis energética.

Por razones aún no explicadas, el precandidato Salvador Nasralla decidió no ser parte del evento, quizás optando por preparar su próximo monólogo televisivo o buscando el ángulo perfecto para su próxima selfie política.

Durante una intensa hora, los aspirantes respondieron preguntas de los organizadores, demostrando su capacidad de formular soluciones mágicas para los problemas del país. Jorge Cálix, con una emoción digna de un fan club, declaró que “le llaman la atención” las estrategias de Bukele en El Salvador. “Si dio efectos allá, ¿por qué no funcionará en Honduras? Solo se necesita voluntad y valor”, dijo, ignorando convenientemente que en Honduras no tenemos el presupuesto, el control territorial ni la infraestructura para copiar el modelo salvadoreño.

Maribel Espinoza, por su parte, ofreció una estrategia innovadora: más extradiciones, grilletes electrónicos para reos y hacer que los privados de libertad “sirvan al país”. Con estas medidas, el crimen en Honduras podría reducirse o, al menos, convertirse en una empresa más organizada con servicio al cliente.

Luis Zelaya, fiel a su estilo de profesor serio, lamentó la “ola de inseguridad” y propuso una “oficina integral de seguridad” para combatir la delincuencia. No dio detalles sobre qué hará esa oficina, pero sin duda sonará muy bien en futuros discursos de campaña.

También se discutieron temas de salud, educación y tecnología, porque ningún debate presidencial estaría completo sin mencionar la “importancia del abastecimiento de medicamentos” y la “construcción de hospitales”. Sin embargo, la ausencia de detalles sobre cómo financiar estas grandiosas ideas sugiere que los precandidatos siguen confiando en la mágica varita de la inversión extranjera o, más probablemente, en el poder de la improvisación.

El periodista mexicano Rubén Álvarez Mendiola tuvo el honor de moderar este festival de propuestas, manteniendo el orden entre los participantes y evitando que el debate se convirtiera en un episodio de telenovela política.

El lunes, los precandidatos del Partido Nacional protagonizaron su propio episodio del debate, con más de lo mismo, pero con diferente logotipo. Hoy , el turno será para el precandidato de Libre, Rasel Tomé, quien tendrá un conservatorio para presentar sus propuestas, en lo que promete ser una interesante mezcla entre discurso político y recital de poesía revolucionaria. Su compañera de partido, Rixi Moncada, decidió no asistir, probablemente para evitar un déjà vu innecesario.

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