EL DESIGNADO NO SE RESIGNA

Continúa Nasralla embrecado con la idea de que será presidente y que su mujer Iroshka lo escoltará como primera dama, aunque sigue sin aclarar si es que lo hace porque de verdad lo quiere así o solo porque siente su ego maltratado tras la bateada que le dio su exalero Redondo a su solicitud de renuncia como designado mandada al Congreso.

Pero bueno, una cosa es querer y otra muy distinta es que lo dejen, porque la pinta que tiene todo es que no lo quieren dejar. Y al no tener el hombre un padrinazgo político de peso más vale que vaya pensando mejor en modernizar el anticuadísimo formato de X-0 para mantenerse vigente.

Porque cuando de la jungla política catracha se trata, no hay tales de “querer es poder”, ya que acá el sistema de medición es otro, que funciona según la dureza de la cara del mandamás de turno, que en los días que corren no es, ni de lejos, Redondo, sino su patrón el comandante vaquero, de quien el designado se ha referido en no muy buenos términos de cara a la galería.

Y a falta de lo que diga Iroshka, que por supuesto no huele ni hiede, la cuestión es hasta cuándo se alargará la telenovela, porque, aunque no lo dejen, Nasralla fijo seguirá agarrándose de ese clavo para robustecer su papel de “vístima”, el cual podría canjear por votos, llegado el caso