EL CACHIRO QUEMA A EKÓNOMO
En Nueva York sigue sonando la música a todo volumen, con un Cachiro que desde que subió a la tarima no ha soltado la guitarra, dedicando a diestra y siniestra sus mejores rolas, con sentidas dedicatorias a sus antiguos compañeros de gira.
Entre el repertorio, la rola que sin duda hizo saltar al público de sus asientos fue un clásico de la cultura popular catracha, cantado a capela y dedicado a su antiguo compinche Reynaldo Ekónomo, beneficiario de sus dádivas, que además de billetes verdes incluyeron una Tahoe y una tablet.
Pero es Reynaldo un tipo dado a la supervivencia, cueste lo que le cueste, y si para eso ha de negar como Judas, encantado se apunta a la fiesta. Y si no, que se lo digan a Juanchi, protagonista primario de la trama, y de quien dijo no haber sido nunca alguien cercano, por mucho que fue hasta su diputado.
Dijo Ekónomo que lo dicho por el Cachiro es paja barata, que él es víctima inocente de todo un complot. Lo que no reconoce es que, por más que lo niegue, es un tipo pando, que mantiene frentes de guerra abiertos en todas partes.
Uno de estos frentes lo tiene con los empresarios financistas del BOC en el norte, que aún lo siguen esperando para que les rinda cuentas del billete que se embolsó tras la fallida marcha del año pasado en Jampedro, donde el hombre, que era el organizador, apenas congregó a tres pelones en las calles y aún así se güeveó los millones que le aflojaron.